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No existe una opción mejor que la otra, pero sí una perfecta para ti. Tus hábitos de higiene y tus necesidades decantarán la balanza hacia la ducha o la bañera.

A veces las medidas del baño nos juegan una mala pasada y nos impide permitirnos la opción que más nos gusta, pero si las dimensiones de tu baño no son un inconveniente ¡no lo dudes!, a por las dos. Si el número de baños tampoco es un problema, lo ideal es contar con una bañera y al menos una ducha, así puedes beneficiarte de las ventajas de cada una de ellas.

La ducha es un aliado en pocos metros.

Si cuentas con un baño pequeño, no se hable más, apuesta por una ducha. Puedes disfrutar de una ducha cómoda con un mínimo de 90 x 90 ó incluso 70 x 70. Y siempre te queda la opción de planificarla a medida, así la podrás ajustar al milímetro a las medidas de tu baño.

Además de su capacidad para adaptarse en espacios reducidos, la ducha presenta otras ventajas:

  • Efecto despertador. La ducha tiene un efecto estimulante y revitalizante en nuestro organismo (como el café). Una ducha por la mañana es muy eficaz para despertarse y activarse.
  • Rapidez. La ducha es el sistema de higiene que más se adapta a la vida moderna, donde el tiempo parece ser oro. Con una ducha de cinco minutos es suficiente.
  • Ahorro de agua. Es un ahorro de agua en comparación con la que se consume llenando una bañera, en esta se consumiría de 150 – 250 litros (en función también del tamaño de la bañera), mientras que con una ducha de 5 minutos se consumiría no más que 100 litros.
  • Comodidad de acceso. Su acceso es más cómodo. Merece la pena tenerlo en cuenta si hay personas mayores o con problemas de movilidad en casa, ya que los platos de ducha eliminan las barreras arquitectónicas para entrar y salir.
  • A tu medida. Casi los puedes hacer a medida, ya que hay multitud de tamaños y formas. Desde los 70 x 70 hasta los formatos XL de más de 200 cm. Y en cuanto a las formas, los hay angulares (idóneos en baños pequeños de menos de 3,5 m2, ya que son los que ocupan menos espacio), cuadrados, rectangulares e incluso redondos.

Bañera, bienestar y elegancia.

¿Qué mejor que un buen baño entre pompas de jabón después de un día frenético y agotador?

Si tienes las medidas para que esto te sea posible, ¡perfecto!. Para una bañera rectangular sencilla sólo necesitaremos 70 x 140 cm.

Estas son algunas de las ventajas de poder darte un baño en casa cada vez que te apetezca:

  • De la bañera a la cama. Si la ducha te despierta por las mañanas, la bañera te dormirá. No hace falta ni contar con funciones de hidromasaje para disfrutar de un baño placentero.
  • Zona de juegos. Si hay pequeños en casa, la bañera es lo más práctico. Para los niños, la hora del baño es un momento de diversión y de juegos, que desde luego la ducha no les proporciona.
  • Diseño. Cobran un verdadero valor estético en la decoración de tu cuarto de baño. Los nuevos diseños de bañeras exentas son piezas casi escultóricas y se convierten en protagonistas indiscutibles del baño. Desde los modelos vintage, con patas metálicas hasta los más actuales de líneas depuradas y naturales. Aunque estos diseños se recomiendan en baños amplios, ya que lo ideal para que no se vea encajonada es dejar unos 90 cm libres a su alrededor.

Así que no, ninguna opción es mejor que la otra, lo único que condiciona para ti la elección es la forma en la que las vayas a utilizar, que será la que más te convenga, pero eso ya se queda en tus manos.

¿Todavía tienes dudas? No dudes en contactar con nosotros y te aconsejaremos según tu caso.

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